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El matemático sensible

 

Iván Guzmán  de Rojas

El matemático sensible

Guzmán de Rojas prestó grandes servicios a Bolivia, en todos ellos puso el corazón; pese a que algunos políticos trataron de empañar su fructífero legado.

Roxana Ramos Zilveti

Corría mayo del 2001  cuando el  pleno del Congreso boliviano, preso de una gran tensión, se reunió para escuchar elInforme oral al Presidente de  La Corte  Nacional Electoral (CNE),  Iván Guzmán de Rojas, sobre las observaciones a las listas de candidatos al Parlamento; las que por su cuantía podían perjudicar las elecciones presidenciales del próximo año.

El problema se  originó, explica Guzmán de Rojas, por la solicitud de los partidos políticos de exigir que el 50 % de los candidatos fuesen mujeres. El como Presidente de la CNE les había advertido sobre la falta de condiciones  -en ese entonces- para cumplir con la normativa. Sin embargo, insistieron. Luego, al no lograr cumplir con ese requerimiento, simplemente inscribieron a sus candidatos varones cambiándoles el género. Así Juan se convirtió en Juana, Mario en María… Causaron un importante número de candidatos observados.

El “escándalo de los travestis”, como se lo llamó luego, llegó a su punto más alto cuando el Presidente de la CNE mostró las listas de “observados” y algunos parlamentarios de CONDEPA y el MIR se pusieron a vociferar  insultando a la CNE y a Guzmán de Rojas, quiense enojó tanto que  le subió la presión arterial, casi al punto de sufrir una embolia.Consternado al extremo, abandonó el hemiciclo para recibir atención médica. “Tuve un derrame que daño grandemente la visión de mi ojo izquierdo, pero pudo haber sido mucho peor”, señala Iván.

El periódico La Razón, del 23 de mayo de 2001, presenta declaraciones de jefes políticos que lamentan el hecho culpando a parlamentarios de otras tiendas políticas. Señalan su importante aporte en la reorientación del Órgano Electoral; no solo a nivel informático, y finalmente temen por las consecuencias de su declinación en la democracia boliviana.

El matutino, cita la carta de renuncia del Presidente de la CNE, la misma que señala: “He  tomado la decisión de  retornar al trabajo en el campo de la ciencia y tecnología  que hace  diez años abandoné para dedicarme alma, vida y corazón al servicio de la democracia, cumpliendo el nombramiento  con que me honró el Congreso Nacional”.

Iván Guzmán de Rojas renunció a la Corte Nacional Electoral después de casi 10 años de importantes servicios en su reorganización, creación y puesta en marcha del soporte informático del Poder Electoral:   “la Corte fue buena  inicialmente, pero al final dejó un sabor amargo”, recuerda.

Guzmán de Rojas, hijo del destacadísimo pintor indigenista Cecilio Guzmán de Rojas, estudió Ingeniería Industrial, en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Fue becado por UNESCO para el curso de Matemáticas Avanzadas en la Universidad de Buenos Aires y luego,  con otra beca -esta vez de la Fundación Alexander Von Humboldt en Bonn,  Alemania-  realizó cursos en Matemáticas Aplicadas a la Física Teórica.

Posteriormente, también en Alemania, trabajó como ingeniero de sistemas electrónicos,  en proyectos  de suministro, planificación de recursos energéticos y en el cómputo del balance energético para proyectos  hidroeléctricos con sistemas integrados de suministro de energías para agua potable yde riego.

Luego, cuando prestaba servicios como ingeniero del Centro Tecnológico de la empresa Siemens AG, elaborando  propuestas de electromecánica  industrial para Latinoamérica, decidió retornar a Bolivia  con una invitación de trabajo de la UMSA y con la gran necesidad de ver a su madre doña  María Luisa Rizkowsky, quien estaba enferma del corazón y que lamentablemente falleció antes de su llegada al país.

Aportes a la educación

A su retorno al país se propuso  mejorar la educación. “Yo quería contribuir a un cambio drástico en la forma de educar…replantear la educación boliviana desde colegio, pues desde cuando estudiaba  en el  Instituto  Americano me sentía preso;  no era libre como entre las chacras vecinas a mi casa donde jugaba libremente; mucho peor aún, en las aulas universitarias. Luego en Alemania; confirmé que  en muchos casos, la exigencia educativa de nuestro país es inhumana, produciendo desinterés en los estudiantes”, explica.

Por esta razón,en 1979, presentó  su libro “El niño Vs. Número”,en el que desarrolla una propuesta para corregir la educación matemática en base a la “prevalencia” o importancia de la enseñanza de algunos contenidos sobre otros. Sostieneque el uso de la calculadora ahorraría esfuerzo y tiempo en la formación matemática de los niños; descarta la enseñanza de la teoría de conjuntos por imponer mucha abstracción y términos rebuscados, innecesarios e incomprensibles para el estudiante en edad escolar. “Pienso que esa era mi  vocación real”, detalla.

Así, al volver a Bolivia, del año 1967 al 1970, trabajó en un proyecto financiado por el BID, para la UMSAen el que se desempeñó como decano y fundador del Instituto de Ciencias Básicas de la UMSA. Allí desarrolló las bases para la futura Facultad de Matemáticas. Sin embargo, fue alejado de ese empeño por estudiantes en una revuelta política. “La politiquería de siempre me expulsó”, rememora.

EL matemático Eric Shulze, afirma que el primer pensum fue organizado gracias a la asesoría de Guzmán de Rojas, quien también fue su catedrático. Sin embargo, explica Shulze, el año 1970, una denominada “revolución  estudiantil”  decide destituir a todos los catedráticos antiguos y pese a que todos los docentes del Instituto de Matemáticas eran muy  destacados, fueron expulsados por ser disidentes a ese movimiento político. Este acto provocó su alejamiento definitivo junto a otros catedráticos de renombre.

Traductor en aymara

Quizá por la fascinación que el hombre aymara y su entorno ejercieron en la obra de su padre el famoso pintor, fundador de la pintura indigenista, Cecilio Guzmán de Roja, Iván aprende esa  lengua desde muy pequeño. Luego,en el campo de la ingeniería del lenguaje  estudia la Problemática Lógico-Lingüística dela Comunicación Social del Pueblo Aymara.

Guzmán de Rojas se adelanta a los estudiosos de su época y posteriores, por  su trabajo en la creación de sistemas informáticos, manteniéndose a la vanguardia de adelantos  tecnológicos como las redes  de internet a través de las cuales, hoy en día, permanece activo.

En 1985 presenta su creación del software Atamiri, que es un sistema de traducción multilingüe, completo, automático y que se basa en la representación formal de la morfo-sintaxis del aymara.

Atamiri es presentado y probado  como traductor entre diferentes  idiomas  a nivel mundialen la traducción  de la documentación del canal de Panamá. También realizatraducciones al alemán, francés, portugués, holandés, catalán,  sueco y  otros idiomas con el auspicio de organismos  como la UNESCO y la Unión Latina de París.

Partiendo del Atamiri, Guzmán de Rojas presentó pruebas del mensajero Qopuchawi (del aymaracopuchar=charlar);  Arunqera (diccionario en aymara) que muestra equivalencias  léxicas entre 17 idiomas; yAynisiwi, que traduce diferentes terminologías; en  ponencias.

Hoy en día  existen muchos sistemas de traducción simultánea, sin embargo, este es uno delos primeros en el mundo y el único basado en   las construcciones morfo sintácticas del aymara,  explica Iván, “Se necesitaría de una fuerte inversión para la formación de muchos términos que actualmente no se usan en el aymara pero que se pueden  componer en  base de sus propias estructuras…”

Iván Guzmán de Rojas  es una persona sencilla y afable, cálida con sus amistades y de fuertes principios morales, como afirma el ex vocal de la CNE Jorge Lazarte, quien guarda entrañables recuerdos de la época en la que trabajaron juntos. Asimismo el doctor en Matemáticas de la UMSA, Jimmy Santamaría,  sostiene que es un matemático, un enciclopedista del conocimiento y que así como “la lógica no acepta medias tintas, es muy clara: esa es la característica del comportamiento de Guzmán de Rojas”.

Actualmente vive en la casa en la que naciera hace 83 años,  situada en la calle Abdón Saavedra de la ciudad de La Paz. Esta vivienda  alberga una pinacoteca en la que se exhiben  cuadros de su padre, así como mobiliario antiguo tallado en madera, algunos de ellos por un tallador español para su padre. En la planta superior se encuentra su estudio en el que está su computadora  instrumento de su infatigable trabajo y comunicación.

Todo junto a un solario que cubre las dos plantas de la casa y en el que se destaca una higuera, un ficus enorme y otras plantas  sobre las que se posan alegremente pajaritos silvestres “chiwancos”(aves de tamaño mediano, color negro y pico naranja); “curucutas” (palomas torcaces en aymara) y  bellos picaflores. Algunas de estas avecillas nacieron en un nido, fabricado dentro del jardín, o  simplemente suelen  visitarlo. Don Iván lamenta que la construcción de  un edificio, en el terreno de al lado, haya  restado mucho sol a su agradable jardín o “chumi” (selva en aymara), que además provocó varias rajaduras en su casa.

A sus años,don Iván, es una persona imponente y afable;alto y bien plantado, como sus obras; de cabelloblanco y lacio,  como su carácter y tiene una mirada profunda en sus ojos verdes.Lucha tenazmente contra las consecuencias de la enfermedad de  Parkinson que lo aqueja. Piensa en soluciones muy acertadas y necesarias  para Bolivia.

En una conversación con un amigo, el reconocido periodista y ex vocal de la CNE, Alberto Zuazo Nates, afirmaba: “Probamos que en Bolivia se pueden hacer  cosas muy buenas”.

“Bolivia es lo único que tenemos”, enfatiza Guzmán de Rojasy continúa, “…la juventud no debe quedarse en el lamento o abandonar el país; más bien tiene que enfocarse en la búsqueda de soluciones a nuestros problemas, dejando de lado las etiquetas políticas que siempre  causaron mucho daño, para formular alternativas de solución, en todos  los campos yen plantear nuevos liderazgos para la conducción de nuestro querido país”.

 

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Que mi niña vuelva a ser niña

 

Casos de violación a niñosen aumento

“Que mi niña vuelva a ser niña”

De 423 casos denunciados en el primer trimestre de este año, 153 son violaciones hacia niños y niñas en todo el territorio boliviano. Es decir que al menos ocurre una violación al día.

Carla Mercado Pabón

“Ella ya no sonríe como antes; a veces ni quiere salir de su cuarto”, dice Florencia (nombre ficticio) madre de Camila (nombre ficticio), una niña de nueve años que fue violada hace tres meses. Su familia, comprendida por cuatro integrantes,coincide en decir que “ya nada será como antes”. Hoy, su vida y su rutina cambiaron drásticamente ya que deben lidiar con la herida que dejó la vejación de una de sus integrantes.

Una pequeña casa ubicada en la zona Pura Pura es su hogar. Cuenta con tres ambientes y un baño que se encuentra pasando el patio. El dormitorio principal ahora es de Camila, sus padres le cedieron esa habitación para separarla de su hermana mayor, Danitza (nombre ficticio),quien cuenta que no ya podía dormir al escuchar el llanto de su hermanita. “En las noches ella lloraba, tenía pesadillas, gritaba, se levantaba y yo ya no dormía nada y me reñían en el cole porque iba con sueño”, dice la niña de 12 años, que lava la ropa mientras conversa. “Ni mi mamá es la misma, está como perdida yo tengo que encargarme de la casa casi siempre, así es ahora”.

Los padres duermen junto a la hija mayor con la puerta abierta por si Camila se levanta o necesita algo en medio de la noche o la madrugada. El otro ambiente funciona como la cocina, y el comedor. Existe un espacio donde hay un pequeño escritorio donde Camila solía hacer sus tareas. Ella, según cuentan sus familiares, era una niña bastante metódica, ordenada incluso acomodaba las cosas de sus padres y hermana. Hoy en a día prefiere no salir de su cuarto ni tender su cama, que era lo primero que hacía al despertar.

Al recordar esa fatídica fecha el llanto se apodera de la madre de 35 años que no sabe qué hacer para que su “niña vuelva a ser niña”.

“Quiero que juegue, quiero que vaya al colegio, quiero que sonría”, dice. La mujer ahora se dedica a su pequeña, dejó sus dos empleos el primero, como niñera de una pequeña en una casa de la zona sur, donde trabajaba a las siete de la mañana hasta las cuatro de la tarde.El segundo, empleada de limpieza en un consultorio médico a partir de las seis hasta las diez de la noche.

El padre la niña prefiere no recordar ni hablar de ese día porque fue él quien envió a su hijita a la tienda a comprar pan, refresco y una cerveza “para matar el ch′aki del día anterior”. Se dedica ahora a cargar y descargar camiones de carne para los frigoríficos. Hasta hace un mes trabajaba como albañil, pero como su esposa dejó sus trabajos él debe ganar más dinero para mantener a su familia.

La culpa se apodera de los progenitores cada día que pasa. No encuentran la manera de volver el tiempo atrás y lograr que su niña no pase por esa desagradable experiencia.

Camila fue violada la tarde de un domingo cuando se dirigía a la tienda por encargo de su padre. No volvió a su casa sino seis horas después, cuando un vecino la llevó en brazos. No podía caminar y estaba ensangrentada. Lloraba y no podía siquiera hablar. Después de que la bañaron, cambiaron y llevaron a su cama, le contó a su madre que un hombre la seguía en su auto, se paró casi en la esquina y la metió a su vehículo. La llevó al bosquecillo donde cometió el crimen y la botó a una cuadra donde la había secuestrado. Los padres de esta menor prefieren no continuar con la denuncia de este delito porque no cuentan con recursos económicos y no creen que encuentren al hombre que quitó la sonrisa de su hija menor, que era la alegría del hogar.

Datos que estremecen

En La Paz, desde enero de 2017 hasta la fecha,se reportaron 36 casos de violación a infantes, niños, niñas y adolecentes. Esta cifra día a día va en aumento. Estos niños y adolescentes son vejados por personas allegadas a la familia o bien son secuestrados para cometer ese delito.

Según cifras de la CIDH, en Bolivia una de cada tres niñas y adolescentes bolivianas sufre violencia sexual antes de cumplir los 18 años. Esto convierte a nuestro país en uno de los que tienen más víctimas de este tipo de abusosen Sudamérica.

En más del 85% de los casos de vejaciones, el agresor es una persona cercana a la víctima. En muchos casos resulta ser el padrastro y en otros el padre biológico. De la misma manera algunas cifras de la CIDH cuentan que en más del 80% de los casos de violencia sexual no existe violencia física; el agresor lo que hace es acercarse a la víctima, engañarla y posteriormente cometer el crimen.

25 años de cárcel es la pena máxima establecida en el Código Penal para quien viole a un o una menor de edad. Sin embargo esta condenapuede incrementarse hasta 30 años sin derecho a indulto si es que existiera un agravante, como es el que participe más de una personaen el hecho. Ante el incremento de casos de violaciones a menores, se propuso la posibilidad de que la pena para quien cometa ese delito sea la castración química; otros legisladores abogan por la cadena perpetua.

El perfil de un violador

El acto de la violación representa para el violador una forma de “sentir sobre otro el poder de una dominación física total y de una humillación psicológica extrema”. Por eso, se explica, para el violador suele ser fundamental que la persona abusada esté siempre indefensa, sostiene un estudio realizado a 60 violadores en Argentina por la trabajadora social María Eva Sánz.

Los violadores aprovechan la oportunidad que se presenta. La mayor parte de los casos de violación en Bolivia se presentan dentro del núcleo familiar: es decir padres, padrastros, tíos, primos. En este caso el allegado gana la confianza del menor poco a poco y con paciencia, por ejemplo preguntando cada día cómo le fue o qué molestias tiene; indagando sobre todo en las dificultades y siendo la persona que le brinda una solución o una salida a sus dificultades.

Sin embargo, en el caso de que el crimense cometa en la calle, los violadores utilizan la seducción a través de algunas golosinas o mostrando a un perro u otro animal. Posteriormente,le ofrecen al niño o niña ir a otro lugar para mostrarle más de esos ejemplares y que elija alguno como regalo. Cual sea el caso, lo común s que “aprovechan que los niños están solos y no tiene a una persona mayor a su lado”, menciona la psiquiatra forense Claribel Ramírez.

Según los estudios que la psiquiatra realizó, los violadores suelen tener entre las siguientes dos personalidades: la antisocial, es decir personas van en contra de las leyes y las normas. Por ejemplo ellos dicen: quería robar a la niña pero la encontré en la calle, estaba vacía y la violé, cuenta Ramírez. La segunda personalidad son los psicópatas, el cual es un trastorno severo de la personalidad y se caracteriza por no tener conciencia ni remordimiento. “Exponen el delito sin miedo e incluso llegan a re victimizar a la menor” dice la psiquiatra forense.

Bajo los efectos del alcohol o una vendetta son también las razones por las que se cometen las violaciones. En el primer caso, cuando una persona consume bebidas alcohólicas el cortexprefrontal se relaja y los impulsos dan rienda suelta,es decir el individuo se desinhibe. Y en la segunda figura (en caso de una venganza), se busca cómo hacer daño a la mamá o al papá; buscar qué le dolerá más.

El sello de por vida

“Yo no sé qué va a hacer cuando sea mayor mi hijita, si lo va a superar alguna vez”,dice Florencia. Ella no pierde la esperanza de que todo vuelva a ser como antes. La psiquiatra forense aconseja que tanto a las víctimas como a los familiares de las víctimas se las valore psicológicamente mediante terapias. “No una, dos o tres sino por mucho tiempo hasta que esta situación se logre superar”. Sin embargo, este delito es un sello que durará para toda la vida, haya sido la cualquiera la situación en la que ocurrió.

La familia de Camila no cuenta con los recursos necesarios para acudir a un profesional, pero creen que alejándose del lugar donde sucedió el delito que cambió su vida, encontrarán una solución. Por eso vendieron todas sus pertenencias y se trasladaron a la ciudad de Oruro, para empezar de nuevo.

 

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La ruta alternativa al comercio internacional boliviano

 

La Hidrovía Paraguay – Paraná

La ruta alternativa al comercio internacional boliviano

La Hidrovía Paraguay-Paraná es la ruta alternativa al comercio yes económicamente viable para acceder a los puertos del Atlántico, lo que permitiría mejorar el comercio internacional de Bolivia y reducir la dependencia de puertos chilenos.

Martha Sofía Guzmán Jaramillo

La historia fatídica del enclaustramiento bolivianocomienza el 14 de febrero de 1879 con el desembarco de tropaschilenas en el puerto boliviano de Antofagasta. Esta fue la primera acción militar que dio inicio a la Guerra del Pacífico entre Bolivia y Chile.Años más tarde, el 20 de octubre de 1904, estos países firmaron un tratado de paz y amistad con el que se consolida la pérdida territorial de 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetroscuadrados de territorio boliviano.

Este hecho fue uno de los principales factores para que el desarrollo económico de nuestranación sea inferior al de los países que cuentan con una salida al mar.El enclaustramiento marítimo afecta a 43 países en el mundo incluyendo a Bolivia.

Los países que tienen acceso al mar y supieronaprovechar todos los beneficios que este les ofrecesonprósperos. De los 43 Países sin Litoral en el mundo, solamente tres se clasifican como desarrollados (Suiza, Austria y Luxemburgo). Uno de los principales motivos para que estos hayan superado las limitaciones geográficas es que a pesar de no tener costa, tienen acceso a los mercados europeos por vía terrestre.

A pesar de que el tratado de 1904 y la Convención de las Naciones Unidas para el Derecho del Mar, garantizan el libre tránsito y acceso al mar a través de puertos chilenos para el comercio internacional boliviano.La realidad muestra que estos instrumentos legales internacionales no tienen el efecto deseado. Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país informó que para el 26 de mayo de 2017, aproximadamente 1500 camiones bolivianos de transporte de carga se encontraban varados alrededor del paso fronterizo Tambo Quemado – Chungará,a causa de un paro indefinido de la Asociación Nacional de Funcionarios de Aduanas de Chile.

El Dr. Rafael Quiroz Vera, experto en Derecho Marítimo, opina quela necesidad de Bolivia de buscar una salida al mar por las costas del Pacífico se debe a que desde hacemuchos años atrás,el motor económico del país fue la explotación minera desarrollada en el occidente boliviano, por lo tanto la salida más cercana para mover la carga de estos productos era a través de los puertos chilenos. Este factor dio lugar a que se continúe con esta ruta comercial internacional, eincluso la misma es utilizada para mover productosde importación. Lo que generó una dependencia del uso de los puertos chilenos.

La economía del país también se desarrolló en el oriente boliviano con la agricultura, permitiendoel uso de la Hidrovía Paraguay-Paraná como la ruta alterna al comercio internacional.La cual es una alternativa económicamente viable para acceder a los puertos del Atlántico, principalmente para la exportación de algunos productos como la soya. Sin embargo, la cadena logística establecida por el occidente todavía está a cargo de la mayor parte de las importaciones bolivianas.

El Cuadro No. 01 muestra que para el primer trimestre de la gestión 2017, aproximadamente el 50% del total de importaciones por valor ingresan a Bolivia por alguno de los puertos chilenos (Arica, Iquique o Antofagasta).

CUADRO No. 01 BOLIVIA: IMPORTACIONES SEGÚN VÍA DE INGRESO

Comparativo al mes de marzo 2016 – 2017

(Expresado en toneladas y dólares americanos)

VÍA DE INGRESO ENE – MAR 2016 ENE – MAR 2017
Volumen Valor Volumen Valor
Arica – Charaña – Tambo Quemado 460.067 793.535.592 498.251 900.490.622
Corumba – Puerto Suarez 281.261 336.175.893 286.322 402.913.185
Iquique – Pisiga – Bella Vista 68.842 237.644.390 87.948 284.328.594
Aérea 17.131 260.956.044 3.130 195.300.505
Pocitos – Yacuiba 149.743 169.694.100 233.587 190.073.071
Desaguadero 173.813 131.871.555 194.721 153.235.275
La Quiaca – Villazón 54.826 29.124.589 83.925 36.793.739
Zonas Francas 7.293 15.535.511 7.329 14.053.913
Antofagasta – Ollague – Uyuni 17.640 13.878.849 14.466 13.909.686
Oran – Bermejo 16.163 15.965.213 9.976 13.693.694
Amazonas – Cobija – Guayaramerin 6.891 3.534.301 5.830 2.742.043
Postal – Correo 23 599.411 24 584.319
Desconocida 33 19.372 0 963
TOTAL IMPORTADO 1.253.724 2.008.534.820 1.425.509 2.208.119.609

Fuente: Instituto Nacional de Estadística

De acuerdo al estudio sobre la “Estructura del Sector Transportes en Bolivia”, realizado por la Unidad de Análisis de Políticas Económicas y Sociales en 2005, para esa gestión nuestro país exportóun millón de toneladas de soya a través de la Hidrovía Paraguay–Paraná.

Para entender la importancia de lo que es la Hidrovía Paraguay– Paraná, es necesario conocer sus características como ruta alternativa quepermitiría mejorar el comercio internacional de Bolivia y reducir la dependencia de puertos chilenos. Como se puede apreciar en el Grafico No. 01, esta Hidrovía está formada por dos ríos internacionales, el Paraguay y el Paraná, tiene una extensión de 3,442 kilómetros, el cual es compartido por Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Su extremo norte nace en Puerto Cáceres (Brasil), más abajo llega a conectarse con Puerto Quijarro (Bolivia) a través del Canal Tamengo, vuelve a territorio brasileño para llegar al Corredor ManCésped (Bolivia), que es una franja de 48 kilómetros sobre el río Paraguay donde Bolivia tiene soberanía total.A partir de ese punto la Hidrovía Paraguay-Paraná ingresa a territorio paraguayo, argentino y finalmente llega a territorio uruguayo desembocando en el Océano Atlántico.

Hace más de dos décadas estos cinco países suscribieron el Acuerdo de Santa Cruz de la Sierra, con el objetivode fomentar su desarrollo y aprovechamiento para la navegación fluvial internacional (Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay – Paraná).

Gráfico No. 01. La Hidrovía Paraguay-Paraná

Fuente: Consejo Portuario Argentino

El Ing. Fidel Vargas Caballero – gerente general de la Empresa Naviera Boliviana (ENABOL), explica que en los últimos años la Hidrovía Paraguay – Paraná, permitió la exportación de un gran volumen de carga boliviana. Durante la gestión 2015 entre los tres puertos internacionales privados, localizados en la ciudad de Puerto Quijarro, del departamento de Santa Cruzde la Sierra,llegaron a transportar un volumen superior a los ocho millones de toneladas de carga a granel a mercados como Asia y Europa. Los productos exportados fueron:el grano de soya, aceites, minerales, combustibles y otros.

Vargas Caballerosostiene que ENABOL, en su condición de Empresa Pública Nacional Estratégica, se encuentra desarrollando proyectos que permitirán establecer a los puertos del Atlántico como la principal ruta de exportación e importación para Bolivia, mediante la construcción de puertos estatales en la Hidrovía y el desarrollo del transporte fluvial internacional.

El gobierno nacional emitió la Ley 3328 que prioriza la construcción de una terminal portuaria en la localidad de Puerto Quijarro.Estoconvertirá a la Hidrovía en una ruta comercial y económicamente viable para acceder a los puertos del Atlántico, y permitirá mejorar el comercio internacional de Bolivia y reducir la dependencia del uso de los puertos chilenos al momento de mover carga boliviana.

La ruta de la Hidrovía Paraguay – Paranátiene un tráfico intenso y es aprovechada principalmente por Brasil, Paraguay y Argentina para el traslado de productos a granel hasta los puertos marítimos argentinos y uruguayos. Bolivia tiene tres puertos privados en operación que sonCentral Aguirre Portuaria, Gravetal y Puerto Jennefer, cuya principal mercancía es el grano de soya y sus derivados, pero también reciben hidrocarburos de importación y otros. Si bien se puede ingresar en forma directaa esta importante vía de comunicación con el Océano Atlántico, existen algunos factores a tomar en cuenta: las áreas donde Bolivia tiene acceso a la Hidrovía se encuentran en el sector norte, en pleno Pantanal, el cual es una reserva natural que tiene estrictas normas ambientales.Además la profundidad del río en ese sector es limitada, quees afectada por los periodos de estiaje en que el volumen de agua decrece.Por otro lado,en la comercialización de productos de bajo valor, el costo del transporte de carga tiene gran incidencia en el precio final del producto y en muchos casosel costo del traslado puede llegar a superar el valor del bien. En este escenario, Bolivia enfrenta muchos desafíos para el desarrollo de proyectos tanto portuarios como navieros.

El año 2014, la CEPAL emitió un documento sobre la Facilitación del Comercio y Transporte en América Latina y el Caribe. Este documento contiene un análisis sobre las ineficiencias logísticas en los países sin litoral de América Latina. Dicho estudio demuestra la ventaja comparativa que ofrece la ruta de exportación e importación por el Atlántico en relación a los puertos del Pacífico, no sólo en costos, sino también en volúmenes de tráfico y mayor cantidad de frecuencias en el arribo de buques oceánicos, que tienen por destino Europa y Asia.

En el Grafico No. 02se muestra un resumen de la cantidad de rutas marítimas y por colores se clasifica el número de frecuencias anuales. Los colores claros son las rutas con mayor tráfico y los oscuros son las que tienen menor tráfico de buques. Se puede observar que el volumen de tráfico naviero del Atlántico supera al del Pacífico,lo que implica una mayor disponibilidad de transporte para el movimiento de carga boliviana. Además, la ruta del Atlántico evita el uso del Canal de Panamá a las líneas navieras que se dirigen a los mercados de Asia y Europa, siendo más eficientes en costo y tiempo en relación a las que operan en el Pacífico.

Gráfico No. 02. Rutas Navieras Internacionales

En los últimos años, la industria naviera ha sido una de las principales responsables de que la economía pase de ser una actividad nacional, a ser el esquema comercial global que es actualmente (Stopford, 2003:42). Un gran porcentaje de los Países sin Litoral están clasificados como Estados en Desarrollo o como menos desarrollados, por lo general su sistema económico se basa en la exportación de materia prima.

En conclusión, se determina que el principal efecto del enclaustramiento marítimo es la dificultad de acceso a los mercados internacionales. El comercio internacional boliviano por los puertos chilenos enfrenta muchos obstáculos; sin embargo,un gran porcentaje de las importaciones bolivianas ingresan por esa ruta. La evolución en el desarrollo económico de Bolivia permitió que el mayor porcentaje de las exportaciones bolivianas utilicen la ruta del Atlántico.

La Hidrovía Paraguay – Paraná, tiene el potencial para posicionarse como la ruta alternativa al comercio internacional boliviano, debido a que nuestro país tiene acceso directo a esta importante vía de comunicación fluvial.Las rutas navieras marítimas tienen más frecuencias por el Atlántico que por el Pacifico y la misma evita el uso del Canal de Panamá, por lo que el trafico naviero hacia Europa y Asia es más rápido y económico.

Además, existe una institución estatal cuyo objetivo principal es el desarrollo de proyectos, que fortalezcan y apoyen las actividades comerciales internacionales utilizando la ruta del Océano Atlántico y de esta manera reducir la dependencia de los puertos chilenos para nuestras importaciones.

Referencias:

* Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia.

* La Ley No. 3328 de 18 de enero de 2006.

* Demanda del Estado Plurinacional de Bolivia contra Chile para negociar una salida soberana al Océano Pacifico.

* Acuerdo de Santa Cruz de la Sierra para el desarrollo de la navegación en la Hidrovía Paraguay – Paraná.

* Diagnóstico del Transporte Internacional y su Infraestructura en América del Sur- Modo Fluvial (Cuenca del Plata) VA (r) Gualberto Ruiz Este llano. Montevideo, 2000.

* Consorcio COINHI “Estudio Institucional Legal, de Ingeniería, Ambiental, y Económico Complementario para el Desarrollo de las Obras en la Hidrovía Paraguay-Paraná entre Puerto Quijarro (Canal Tamengo), Corumbá y Santa Fe”.

* Volúmenes de carga transportados a través de puertos bolivianos en la Hidrovía Paraguay – Paraná, Instituto Nacional de Estadísticas.

* Exportación de Soya y sus derivados, Instituto Boliviano de Comercio Exterior.

* Entrevista al Dr. Rafael Quiroz, Director Jurídico de ENABOL.

* Entrevista al Ing. Fidel Vargas Caballero, Gerente General de ENABOL

 

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Vida, pasión, muerte y resurrección de mujeres con cáncer del útero

 

Salud 

Vida, pasión, muerte y resurrección de mujeres con cáncer del útero

Historias de derrota y triunfo frente al cáncer de útero. Una enfermedad prevenible que está matando a mujeres de todo el país. 

Juan Carlos Enríquez Sanabria

Retrato de Lucía, muerta en la masacre del cáncer del útero

Lucía, cerró por última vez sus enormes ojos la noche del 9 de abril de 2017. A esa hora se acabaron los espantosos dolores del vientre que la torturaban de manera permanente.

Sus labios, su rostro y su cuerpo, pálidos, reducidos a una delgadez extrema ya no se retorcían más en la ancha cama de la que no se había levantado en las últimas ocho semanas. Se abandonó en los brazos de la muerte, durante la noche, en su pequeña habitación de la casa número 197, en la zona número 2 de Llallagua, Norte Potosí. Horas antes había llegado su suegra a quién encargó a sus dos pequeñas hijas. Días antes se había confesado con el sacerdote.

Junto a varias cocineras, era comandante de cocina, líder de ollas, sabores y buenos olores. Su preocupación mayor fue cocinar para más de 600 estudiantes durante 10 meses de cada año en la Universidad Nacional Siglo XX, Norte Potosí.

Terminaba el año 2014 y Lucía estaba a pocas semanas de parir a su quinto hijo, una niña tan hermosa como ella. El médico Arturo Ramírez le avisó que tenía cáncer en el cuello del útero, muy adentro de la vagina, allí donde todos hemos tenido el primer chispazo de vida, atados por un cordón umbilical al cuerpo de nuestras madres.

Le venían hemorragias y secreciones desde la vagina. Venciendo sus miedos acudió a médicos de Llallagua, Oruro y Cochabamba. Sus hijos, la necesidad de llevar el pan a casa, la aspiración de tener una familia feliz y el amor por ella misma la empujaron a buscar una salida a ese tormento.

Con ayuda del seguro médico universitario se sometió a la biopsia para verificar el cáncer, a la radioterapia para disminuir el tamaño del tumor, a la quimioterapia para eliminar las células cancerígenas y a una cirugía final. Año y medio antes de su partida y casi contra su voluntad dejó el comedor de la Universidad donde trabajaba. El cáncer avanzado había destrozado su energía. Su esposo, Bernardino Jarjuri Mamani, la reemplazó en el cargo.

Lucía Samacuri Hinojosa, hija de Dionisio SamacuriJanq´o y Sinforosa Hinojosa Serrato, nació en la comunidad de Cuisahuana, cantón Moscarí del municipio de San Pedro, Norte Potosí, el 23 de octubre de 1980. Allí, antes de la fundación de Bolivia, se asentaron españoles y sus hijos criollos, exiliados por el intenso frío del altiplano. Refugiados en esos valles, fundaron haciendas y “tomaron” a algunas mujeres de las comunidades. Quienes visitan ese lugar comentan que hay muchas mujeres y niños de ojos azules, “bien blancones y lindos”.

Ch´askañawi, de ojos grandes y hermosos, de pestañas largas, “blanconita”, de abundante cabellera peinada en trenzas, rostro redondo y risueño; de un metro y 55 centímetros de altura, con polleras anchas, cayendo desde sus caderas, pero dejando ver sus suaves y atractivos t´usus o pantorrillas, así pintan el retrato de Lucía quienes la conocieron. Se comunicaba en castellano y quechua una de las dos lenguas maternas de comunarios del Norte Potosí. Desde San Pedro se trasladó a Llallagua buscando trabajo para “mejorar su vida” a principios de este siglo XXI.

Sentada en el sofá de su pequeña oficina y preocupada Maribel Urquieta Martínez, trabajadora social de la Universidad Nacional Siglo XX la recuerda con lágrimas que inundan sus ojos sin derramarse por completo: “Parecía que nunca estaba consciente de que podía morir con el cáncer (…) nunca se había hecho el Papanicolau”. La misma impresión tiene Tito Poma, exgerente del seguro médico universitario. “No había seguido a cabalidad el tratamiento”. Ambos señalan que  en el momento decisivo cuando quisieron extirparle el útero para salvarla, ella obedeció a su esposo que “no quería la operación”. En 2016 le abrieron el vientre, ya no había remedio, el cáncer había invadido sus otros órganos.

Lucía cargó a la tumba muchas verdades. ¿Nadie le dijo que era importante hacerse la prueba de Papanicolau? ¿El miedo al Papanicolau era más grande que el amor a ella misma y a sus hijos? Esta prueba sirve para conocer si el virus del papiloma humano causante del cáncer en el cuello del útero ha provocado lesiones cancerosas en esa parte del cuerpo.

En la comunidad de donde ella procede hay miedo a hablar de los órganos genitales, de la vagina y del pene. Hay resistencia a enseñar la menstruación, vergüenza y pavor a que aún el médico revise las partes íntimas. Hablar de placer y deseo sexual es prohibido entre mujeres según el comunicador Félix Tórrez Miranda, experto en talleres en comunidades del Norte Potosí.

Quedan Bernardino y cinco hijos

A las 8 de la mañana de cualquier día, Bernardino Jarjuri está ajetreado. Terminó estudios en Pedagogía. Está a punto de concluir la carrera de Contabilidad. El tiempo no le alcanza, ahora es papá y mamá de dos niñas. Moreno, alto, enfundado en un pantalón negro, una chompa de cuello levantado y un sacón del mismo color que le llega hasta las rodillas, cambia de ropa a sus dos pequeñas; les sirve el té, lava sus caritas, limpia los mocos de una de ellas afectada por la gripe. Está presionado por la hora de llevarlas a la guardería. Más tarde deberá ir a la Universidad a cumplir su labor de portero.

“Puedo demostrar que se ha hecho el Papanicolau”, dice en un castellano impregnado de quechua. “Han arruinado su riñón con la quimioterapia”, prosigue recordando a su esposa Lucía. “No me han dicho bien clarito lo que tenía, yo he dicho siempre que puede operarse”, remata a oídos del reportero de Radio PIO XII. “Sus ojitos de ellita son igualitos que su mamá”, dice apuntando a la mayor de sus hijas. Ellas bañadas, comidas y con buen semblante salen a la calle con el papá, a continuar la vida.

La preocupación mayor de Lucía eran sus hijos; en especial los tres primeros, un varón y dos niñas a quienes tuvo que entregar a su primera pareja el año 2012. Esa relación terminó por la violencia e incomprensión, según Maribel Urquieta, trabajadora social de la Universidad Nacional Siglo XX. Por ellos, Lucía había prometido no morirse, no al menos ahora. Con Bernardino, su actual pareja, tuvo dos niñas, una de tres y otra que acaba de cumplir dos años.

María Cristina Aguirre, la vecina que ingresaba dos veces a la semana al cuarto de Lucía llevándole atención y ayuda, le reclamó muchas veces “por qué has entregado a tus hijitos”. No dormía tranquila por el recuerdo de haber “dejado” a sus tres primeros hijos con su primera pareja. Y esa ¿“habría” tenido que ser la confesión que dio al sacerdote, pidiendo perdón, antes de su muerte?

El 9 de abril Lucía entendió que iba a morir. Había dejado de comer. Aún el estar dormida le provocaba cansancio, no tenía fuerzas para acariciar a sus dos pequeñas y se apagaba el recuerdo de sus tres primeros hijos. El dolor dominaba su vida. En los libros de ingreso al cementerio de Llallagua está la fotocopia de su carnet de identidad, parece el rostro de un varón de cabello escaso e hirsuto. El registro indica que está enterrada entre más de 10 mil muertos.

Según la ministra de Salud, Ariana Campero, 800 de cada 2.000 mujeres que contrajeron el cáncer en el cuello del útero tendrán el mismo destino de Lucía. Potosí tiene 823 mil habitantes, más de la mitad son mujeres. Carlos Dávila, responsable del programa del cáncer cérvico uterino en Potosí asegura que aún 65 de cada 100 mil mujeres mueren por este mal en el departamento… ¡Una masacre!

A Teresa el cáncer la mató una vez pero ella resucitó.

El tumor crecía en su vientre, no la dejaba dormir, ahuyentaba sus escasos sueños y la envolvía en desvelos permanentes. Sus partes íntimas vomitaban sangre y los dolores allí abajo a veces eran espantosos. Teresa, de 40 años, madre soltera de cuatro hijos y con una fortaleza a prueba de muerte se “quebró” el año 2016 cuando el médico le dijo que tenía cáncer en el cuello del útero.

“Me he descuidado y me ha dado el cáncer”, dice cuando relata esa parte íntima de su vida que no puede olvidar. Su miedo al cáncer era inmenso porque tres años antes una enfermera murió a una cuadra y media de su casa. Pocos días atrás una vendedora de macitas y rellenos, a tres cuadras de su vivienda, había perdido la batalla contra ese mal y en ese momento Lucía, su vecina, delgada, deprimida y encamada estaba rindiéndose ante ese monstruo.

La muerte no la dejaba en paz hasta en sus más secretos pensamientos, al dormirse, al levantarse en la madrugada y al mirarse el vientre en el espejo queriendo reconocer qué estaba ocurriendo allí adentro.

Al principio tuvo miedo de tomarse el Papanicolau para protegerse del virus del papiloma humano causante de este cáncer, pero la larga lista de muertes ocurridas en los últimos ocho años anteriores al 2016, la de María en la calle Linares, Maura en la Primero de Mayo, la señora López en Catavi, a dos kilómetros de su casa, la empujaron a ir al médico para aplicarse la prueba.

La segunda vez tuvo menos miedo, y en la tercera el miedo casi había desaparecido. Sin embargo, un año de descuido y sin prueba de Papanicolau fue suficiente para que el virus le nazca en el vientre. El cáncer la había atrapado cuando menos se lo esperaba, crecía y podría terminar matándola.

Cuando Teresa sangró durante un mes, antes que le dieran la mala noticia, pensó que era una menstruación anormal y que todo pasaría. Como la “hemorragia” no paraba, se armó de valor y fue al médico. ¡Tenía cáncer!

Uncieña de nacimiento, llallagueña de residencia, prefiere no decir su nombre completo, ella derrotó al cáncer del útero. Con su cabellera cortada en melena, su cabeza enfundada en ch´ulo o gorra de lana, con su metro cincuenta y cinco de estatura, de andar pausado, una amabilidad que derrite a cualquier persona y un rostro que pocas veces sonríe pero inspira confianza, dice que el secreto mayor para vencer al cáncer está en la familia. Sus hermanos le ayudaron a pagar los nueve mil bolivianos para la quimioterapia, una montaña de medicamentos combinados en un cóctel verdoso que le fueron inyectados tres veces en su torrente sanguíneo para matar a las células cancerosas. Perdió toda su cabellera, hasta sus cejas, recién las recupera.

No tenía seguro médico y esa realidad la arrinconó hasta casi perder la esperanza de seguir con vida. El seguro médico del Estado atiende gratuitamente cuando el cáncer se concentra en el útero y cuando éste invade otros órganos se envía al paciente a uno de los pocos oncológicos del país. Quienes no pueden pagar tratamiento mueren irremediablemente. La ayuda de sus tres hermanos, la ternura de sus cuatro hijos y el calor de su mamá de más de 70 años, le devolvieron el aliento y la fe en la vida.

Teresa confiesa su otro secreto: no rendirse ante la tristeza, la depresión y nunca dejarse dominar por la cama, estar siempre de pie. “Levantate de esa cama le he dicho entrando a su cuarto. Estás triste nomás”, dice recordando a Lucía, vecina que hace unas semanas perdió la vida ante el cáncer del útero.

A las 10 de la mañana de una jornada cualquiera prepara una sopa para sus hijos y su mamá en la cocina. Con un cuchillo en una mano y cebollas en la otra está instalada en su pequeño recinto, se mueve entre los vapores del reahogado y la olla de mediodía.Sus labios relatan el testimonio ante un reportero de Radio PIO XII. A esa misma hora atiende su tienda de fruta, abarrotes y cereales que le da de comer el pan de cada día.

Teresa ganó la primera batalla consigo misma, derrotó a su miedo; consiguió su segunda victoria con las visitas permanentes al médico en Llallagua y luego en el Hospital Petrolero de la ciudad de Cochabamba. Su mamá con las polleras desplegadas y una manta bien puesta, con la vista cansada y los brazos apoyados en el bastón, le dice a un reportero que su hija volvió a Cochabamba, a su control médico. María Cristina, vecina de al lado testimonia: “cada vez va al médico, nunca se descuida”.

Arturo Ramírez, ginecólogo especialista en enfermedades de la mujer en el Hospital General Madre Obrera de Llallagua, atiende cuatro cirugías de extirpación del útero al año. “Yo intervengo cuando el cáncer es inicial”, dice aclarando su labor, “pero cuando ya ha afectado a otros órganos y está avanzando ya no”. “No recuerdo, pero si estaba avanzado, le hemos debido mandar a Oruro o Cochabamba”, dice refiriéndose a Teresa.

El cáncer es traicionero y puede reaparecer. Teresa, no descuida sus controles para cerciorarse que el virus no “revivió”. Ella asegura “estaba como muerta pero ¡ahora he resucitado!”.

Cinco a diez minutos de miedo, te pueden matar

¡Todas tenían miedo! ¡Ninguna pudo vencerlo!: tres fallecidas en los últimos cinco años en Uncía, según la enfermera María Gómez del hospital Civil. Una más enterrada en el cementerio de Chayanta en 2016, según la enfermera Dilma Checo. Nueve corrieron ese mismo destino en los últimos ocho años en Llallagua,de acuerdo al recuento de Radio PIO XII. Por miedo, vergüenza y pudor no se tomaron la prueba del Papanicolau y cuando decidieron hacerlo, el cáncer estaba avanzado.

“No tenga miedo, la prueba del Papanicolau dura cinco a 10 minutos”, dice una enfermera en una de las ferias realizadas en Llallagua contra el cáncer de la mujer. Se recomienda hacerlo dos veces al año.

Jorge Papanicolau, médico griego de principios del siglo XX dedicó su vida a investigar el cáncer en el útero. Concluyó que tomando células del cuello de la matriz, en el interior de la vagina, se podía descubrir a tiempo las lesiones cancerosas. Así nació la prueba de Papanicolau.

María Gómez, enfermera del hospital civil de Uncía dice que “dan media vuelta cuando el médico quiere revisarles sus partes íntimas”. Sólo una tercera parte de las mujeres de Bolivia se hace la prueba, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Población, UNFPA, en base a la encuesta de salud del año 2008, retrasada y desactualizada. Mujeres que no terminaron escuela, con escasos ingresos, jóvenes, solteras y las que viven en el área rural son las que menos pruebas de Papanicolau se toman de acuerdo a ese reporte. “Por cinco a diez minutos de miedo pueden perder toda una vida”, dice la enfermera Gómez.Según esa misma encuesta, sólo 21 de cada 100 mujeres en edad de tener hijos se hacen la prueba en Potosí.

“Tienen miedo, pero también vergüenza y pudor”, dice Jenny Espejo, médico del centro de salud Madre Obrera de Llallagua. “Tienen miedo a que el médico les diga que tienen cáncer”, afirma esta profesional. “También tienen vergüenza y pudor a que un médico varón les revise sus partes”, señala en su explicación.

Domitila Chungara, dirigente de las mujeres mineras se paró a mitad de la asamblea de mineros en el Norte Potosí en los años 70 del siglo pasado y dijo “nuestro enemigo compañeros no es el imperialismo, nuestro principal enemigo es el miedo”. No lo dijo en relación al cáncer, sino a la lucha obrera, pero estaba claro que ese miedo era generalizado. Domitila murió hace cinco años. En 1984 superó el cáncer del útero y en 1999 el cáncer del seno. El traicionero reapareció en su pulmón y terminó con su vida.

Las muertes por miedo se multiplican: María en la calle Linares, la señora López en Catavi, una enfermera en la calle adyacente a la Topáter, una vendedora de macitas y rellenos en la calle Busch, una oficinista en la calle primero de mayo, una cocinera en la calle Ballivián… Tres muertes según el Servicio de Registro Cívico y los libros de entierro en el cementerio de Llallagua entre 2009-2017. En 2016, una dama retornó de Cochabamba para morir en Chayanta, tenía cáncer del útero. Tres mujeres corrieron el mismo destino en los últimos tres años en Uncía. Ambos municipios ubicados a siete kilómetros y a 20 de Llallagua.

Este año, enfermeras golpean puertas en las calles de la capital potosina, convenciendo a las mujeres para tomarse la prueba de Papanicolau. Carlos Dávila, responsable del programa cáncer cérvico uterino aclara: “estamos llegando al 45% de las mujeres con las pruebas”. Pero en Llallagua en 2015 y 2016 llegaron a 1.200 y 1.600 mujeres, menos del 20% del total que deberían tomarse la prueba. Según Naciones Unidas, 80 de cada 100 mujeres deben tomarse la prueba para disminuir significativamente las muertes por este cáncer.

En un sondeo de opinión realizado por Radio Pío XII en septiembre de 2016 en la plaza central de la ciudad de Llallagua, 10 comerciantes, amas de casa, universitarias, estudiantes de colegio y profesionales respondieron que “hace dos años nomás recién he ido al hospital. Estás bien me han dicho, pero muy tarde nos avisan, a mí me están avisando de más de un año”; “no, todavía no he ido pero voy a ir”; “me han dicho que tengo que ir, pero todavía no estoy yendo”; “nunca he ido pero estoy bien”.

Las afectadas pueden someterse a cirugía de extirpación del útero y el tratamiento con frío, disminuyendo la temperatura al máximo en la parte lesionada por el cáncer y descamándola hasta su “mejoramiento”.

Muchos hijos, múltiples parejas sexuales, vida sexual a muy temprana edad, no curar a tiempo las infecciones vaginales, desnutrición y bajas defensas son riesgos que pueden llevar a las mujeres a terminar con un cáncer en el cuello de la matriz, según los médicos Jenny Espejo y Arturo Ramírez y según los manuales de medicina. El virus del papiloma humano, causante del cáncer, se contrae en las relaciones sexuales.

“¡Ya me han vacunado!, ¡ahora te toca mami!», desafía una niña a su mamá que no se tomó el Papanicolau

“Primero voy a saludar, después voy a almorzar y cuando termine voy a mostrarle mi carnet y le voy a decir ya me han vacunado, ahora te toca mami”, testimonia una de las 50 niñas vacunadas contra el cáncer del cuello del útero en el municipio de Uncía, norte Potosí.

A las 10 de la mañana del 10 de mayo del 2017, medio centenar de niñas se quitaron la manga de sus guardapolvos descubriendo el hombro de su brazo izquierdo para someterse a la aguja en el colegio Rafael Bustillo de Uncía. Algunas cerraron los ojos, otras lanzaron quejidos y algunas envalentonadas aguantaron cuando la jeringa se enterraba en su piel inyectándoles el gardasil, la primera dosis de una vacuna que promete salvarlas del virus del papiloma humano durante unos 10 años.

Con las caritas dominadas por la sorpresa y el miedo, y los ojitos mirando la grabadora del reportero de Radio Pío XII, aceptaron contar su experiencia. Hicieron un pedido urgente para que sus mamás no tengan miedo al control del Papanicolau. Ellas vencieron el miedo a la vacuna. En octubre de este año se someterán a la segunda dosis de gardasil.

“Vacunamos a niñas de 10, 11 y 12 años porque ellas no han tenido relaciones sexuales”, dice el médico David Choquetijlla, jefe del programa de vacunas en Potosí. Luego aclara: “no estamos diciendo que las niñas y adolescentes de 13, 14 años ya tienen relaciones sexuales, pero a esas edades garantizaremos que no tendrán el cáncer por unos 10 años”.

Según la ministra de Salud, Ariana Campero, 300 mil niñas de 10, 11 y 12 años reciben la vacuna. 26 mil en Potosí, según David Choquetijlla del programa de vacunas de este departamento.

Las niñas, al terminar la aplicación de la vacuna, levantaron sus carnets que prueban que recibieron su primera dosis anticáncer. Sentadas y con el brazo en alto gritan a coro cuando la enfermera María Gómez les pregunta: ¿Qué les van a decir a sus mamás cuando vayan a sus casas?… ¡Que se hagan el Papanicolau!, responden.

“Sí, yo tengo que ser ejemplo”, dijo una de las damas que miraba a su hija ya vacunada en el enorme salón de reuniones del colegio Rafael Bustillo de Uncía. Otra de las mamás explicó que sí había tenido miedo, “pero como era mi vida, entonces ya no he tenido miedo”.

Las hijas y las mamás contra el cáncer ¿y los hombres?

“También son portadores del virus del papiloma humano…es importante la fidelidad a la pareja”, explica la médico Jenny Espejo, del centro de salud Madre Obrera. Otro médico aconseja utilizar el condón en toda relación sexual. “No, no sabía…recién me estoy enterando…Sí, yo ya me he informado…Tenemos que asearnos bien ¿no?”, dice un grupo de varones entrevistados en las calles por Radio Pío XII el 20 de mayo de 2017 cuando se les pregunta si conocen que pueden contagiar el virus a sus parejas en las relaciones sexuales.

 

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Taller Cómo escribir para la Web 2017

 

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En la Fundación para el Periodismo

Estudiantes de La Paz y Sucre redactarán reportajes

 

 

30 estudiantes de las unidades educativas Luis Boeto y Gastón Vilar Casso de Sucre; y Guerrilleros Lanza del Municipio de Coroico de La Paz participarán de la cuarta versión del programa “Periodista por un día” que impulsa la Fundación para el periodismo con el apoyo del Ministerio de Educación, el European Journalism Centre y la Fundación Viva.

Un jurado, conformado por el Director Ejecutivo de la Fundación para el Periodismo, Renán Estenssoro, la Directora Ejecutiva de la Fundación Viva, Claudia Cárdenas y el Coordinador del programa “Periodista por un día”, Carlos Portugal Rodríguez evaluó las propuestas que fueron enviadas por las unidades educativas.

Periodista por un día tiene el objetivo de acercar a los jóvenes bolivianos a los medios de comunicación y contribuir a su educación a través de la comunicación, la lectura y el uso del periódico como recurso didáctico.

 

Propuestas seleccionadas

Lugar Unidad Educativa Propuesta
Sucre Luis Boeto El aborto en el siglo XXI
Sucre Luis Boeto Causas del suicidio en adolescentes
Sucre Luis Boeto Atención y comprensión a los adolescentes por parte de sus padres
Sucre Luis Boeto ¿Las redes sociales son buenas o malas influencia en las personas?
Sucre Luis Boeto ¿Los orfanatos son un centro de ayuda o peligro?
Sucre Gastón Vilar Casso Las pandillas en mi ciudad, zona, barrio y colegio
Sucre Gastón Vilar Casso Transgénero
Sucre Gastón Vilar Casso Inseguridad en los micros
La Paz Guerrilleros Lanza –  Coroico El santuario de fauna verde, una esperanza para las especies en vías de extinción
La Paz Guerrileros Lanza – Coroico La coca y su importancia histórica en el primer municipio turístico de Bolivia, Coroico

Fuente: Elaboración propia, 2017

 

Los grupos seleccionados, asesorados por su profesor/a de Lenguaje, Literatura o Comunicación, formarán parte de la “Reunión de Prensa” de algunos medios de comunicación y producto de esta experiencia deberán producir un reportaje que será publicada en un medio impreso.

La Fundación para el Periodismo reconocerá el esfuerzo y dedicación de los estudiantes y en un acto especial premiará a los mejores tres grupos.

                                           Estudiantes visitando instalaciones del periódico La Razón

La pista clave que dio con Blas, el cerebro del atraco a Prosegur

 

En 2001 un grupo armado liderado por policías asaltó una remesa de dinero y dejó tres muertos

La pista clave que dio con Blas, el cerebro del atraco a Prosegur

Juan Gustavo Baldiviezo, el entonces jefe de Operaciones de la PTJ encontró en el lugar menos pensado la señal oportuna para horas después encontrar al coronel Blas Valencia, el cabecilla de una de las bandas delictivas más peligrosas de La Paz.

Daniela Romero Linares.

Los primeros rastrillajes dieron con Oswaldo Lulleman, un delincuente que junto a su hermano Raúl tenían antecedentes penales. Sus características físicas no habían pasado desapercibidas por algunos testigos que corrieron con la información fresca a la Policía. Tres días después del atraco millonario a la furgoneta de la empresa Prosegur, aquel 14 de diciembre de 2001, los investigadores llegaron a su casa, en la ciudad de El Alto.

Los policías le habían hecho un seguimiento previo después de recibir los datos puntuales de los testigos: una peta que operó en el asalto armado con Lulleman a bordo y que en el domicilio de los hermanos habían lavado ropa con sangre. Lo identificaron en la calle Presbítero Medina, en Sopocachi, con una bolsa que contenía dinero. Él bajaba agazapado con una chamarra oscura y entró a una vivienda sin tocar el timbre.

Pero la noche del 17 de diciembre de ese año se dio el primer golpe en la urbe alteña. Un grupo designado de investigación allanó el domicilio de Lulleman mientras él dormía. Algunos policías lo redujeron en su dormitorio, mientras que otros buscaban pruebas en otras habitaciones de su casa.

Al entonces jefe de Operaciones de la Policía Técnica Judicial (PTJ), Juan Gustavo Baldiviezo, le tocó entrar al dormitorio del hijo de Lulleman. “Ya había desesperación porque en tres días no encontrábamos nada, ninguna evidencia”, recuerda el coronel jubilado.

El oficial entró al dormitorio con mala gana, con la pereza de que no iba a encontrar nada. Tenía una linterna nueva, delgada y larga, que justo esa noche había llevado al operativo. Una vez en la habitación buscó debajo de la cama, en cada cajón de las cómodas, en medio del colchón, en las ranuras de las ventanas y de las puertas. Nada. Hasta que llegó al ropero, lo abrió, comenzó por los cajones horizontales donde había ropa, luego por los colgadores hasta que finalmente vio, en la oscuridad, una bolsa en un rincón de la parte de abajo. Usó la misma linterna, levantó la bolsa y descubrió que ahí había billetes. La sorpresa fue tan grande que de un segundo a otro comenzó a gritar a los fiscales y a los policías. “¡Aquí está la clave! ¡aquí está la clave!”. Evidentemente esa fue la pista clave que llevó al equipo de investigación a dar con el clan, con el grupo armado que operó violentamente en la avenida Kantutani matando a dos policías y un civil para llevarse 385 mil dólares. La historia aquí recién comenzaba.

Con la bolsa de dinero que tenía las cintas de seguridad de Prosegur no había donde perderse, lo que estaba al frente de los policías era parte del botín. Lulleman fue llevado a empujones hasta ese dormitorio y lo que relató fue “un cuento chino”. “Contó que unos desconocidos le habían regalado platita por ayudarles a acomodar algunas cosas. ¿Quién de buena gana va a regalar tanto dinero a un desconocido?”, se pregunta Baldiviezo.

Lulleman sabía mucho más de lo que contó, pero no quería decir nada a los investigadores. La Policía recurrió entonces a otras estrategias de presión, lo que antes -para esa época- era normal. “A estas alturas para qué ocultar, lo llevaron a un cuarto y desde ahí escuché algunos gritos. Finalmente, habló y con lo que dijo nos llevó directamente a resolver el caso”, afirma Baldiviezo.

Cae la banda de Blas

“Es el coronel Blas Valencia, él es”. Baldivieso recuerda las palabras de Lulleman. Al escuchar el apellido del policía, los investigadores se miraron entre ellos con asombro, aunque por dentro ya sabían que ese famoso oficial estaba detrás de ese y más asaltos a mano armada.

Con la pista clave que encontró Baldivieso y con el primer detenido, dieron parte a los superiores y entre ellos obviamente al comandante de la Policía, Wálter Osinaga. El grupo de investigación tenía que pedir autorización para allanar la casa de Valencia, pero además el Estado Mayor policial tenía que saber que iban a detener a un miembro de la institución, ni más ni menos que a un coronel.

“Ya teníamos todo claramente establecido, sabíamos que Valencia estaba detrás del asalto, pero grande fue nuestra sorpresa cuando el general Osinaga se negó a que hiciéramos el allanamiento, dijo que no le parecían fuertes las acusaciones en contra de él y que por lo tanto no debiéramos hacer el operativo”, rememora Baldivieso.

Sin embargo, pese a la negativa del comandante apareció otro general, miembro del Estado Mayor, quien –según califica Baldivieso- era uno de los jefes más correctos y de decisiones claras en la Policía. Él dio la orden de intervenir la casa de Valencia.

“Llegamos a la zona de Sopocachi, a la calle de las Rosas, intervenimos a las 6 de la mañana y prácticamente los pescamos en pijama. Allí encontramos a uno de los peruanos, parte de la banda, estaba herido y cobijado por la esposa de Valencia”, cuenta Baldivieso.

La pareja Valencia, sus hijos y el ciudadano extranjero fueron llevados a una sola habitación. Mientras un grupo de policías los vigilaba, otro buscaba más pistas y en ese afán se descubrió más dinero. “Era increíble, cajón que habríamos cajón lleno de dinero, abrimos roperos que en vez de ropa había billetes y billetes, debajo de los colchones, en la misma cama, en los veladores. Hasta ahora me sorprendo la cantidad de dinero que había en cada rincón”, dice Baldivieso.

No sólo eso, en la sala de la casa, debajo del machimbre la Policía encontró un compartimiento “secreto” donde se escondían armas. Con ese hallazgo más ya no quedaban dudas y la rabia se apoderó de los uniformados quienes fueron con todo contra su camarada, Blas Valencia.

“Él terminó muy golpeado, las fotografías y los videos de ese tiempo lo pueden corroborar. Hubo policías que le golpearon en la cara y en el cuerpo por la rabia de saber que el armó todo el atraco era nada más y nada menos que un policía. ¿Por qué tenía que hacer quedar mal a la institución? Esa era nuestra mayor bronca”, asegura.

El atraco millonario

Como jefe de Operaciones de la PTJ, ahora FELCC, Baldiviezo y otros investigadores tenían información que manejaban con cautela. Días antes del atraco a Prosegur hubo una explosión de un coche en los tribunales de la ciudad de Santa Cruz. La información generada por las fuentes de Inteligencia apuntaba a que detrás de este atentado estaba Blas Valencia. ¿Cuál era el motivo? Uno de los jefes policiales que hacía investigación estaba al tanto de los delitos del coronel y este quería “silenciarlo”.

El investigador, con datos certeros y además fotos como prueba, mostró en una reunión de jefaturas todos los documentos que lo llevaban a establecer que Blas Valencia manejaba un grupo de asaltantes, pero ningún jefe le dio importancia. Hasta que llegó el día y el delincuente se llevó tres vidas.

A eso de las 10:30 del 14 de diciembre de 2001, una furgoneta de Prosegur descendía por la avenida Kantutani, con dos policías, el portavalores y otro empleado de la empresa. Llevaban más de 385 mil dólares cuando por el mismo carril de bajada una peta subía y detrás de ésta otro coche. De este descendieron cinco atracadores, en medio de gritos dispararon y mataron a dos policías, a un civil, recogieron las bolsas del dinero y se dieron a la fuga en cuestión de minutos. Los cuerpos de las víctimas quedaron dentro y fuera del coche de Prosegur, el cual además no estaba acondicionado para llevar valores. La Policía llegó después del asalto armado.

Luego se supo que al menos cuatro peruanos y Blas Valencia estuvieron en el lugar del asalto, con armas cada uno de ellos. Un hombre fue el principal testigo de lo que había ocurrido aquella mañana. Fue contactado por los investigadores y surgió la pista de la peta. “Esta persona nos dio el dato de la peta, buscamos el vehículo y lo encontramos abandonado en Llojeta, en un estacionamiento. Con ese dato seguimos buscando”, cuenta Baldivieso.

La sentencia demoledora

Pidieron perdón, lloraron y se arrodillaron. Pero nada iba a hacer cambiar la sentencia ese 16 de mayo de 2003. El excoronel de la Policía, Blas Valencia, recibió la máxima pena sin derecho a indulto y el exmayor Freddy Cáceres fue condenado a 22 años de cárcel por el atraco a la remesa de Prosegur. Ambos uniformados eran los cabecillas de la banda conformada por ciudadanos peruanos y bolivianos.

El juicio duró casi dos años y aunque el proceso para establecer a los culpables durara pocos días, los investigadores mantienen en la retina lo complejo que fue dar con los delincuentes y a los cabecillas protagonistas de uno de los atracos más violentos que hubo en La Paz.

Sentado, con los ojos hinchados después de llorar, el coronel Valencia se limpiaba la nariz con un pañuelo. Incómodo porque tenía una mano enmanillada con la de un policía que era su custodio. Estaba en la primera fila de las sillas de los acusados en el juzgado. Detrás de él estaba su esposa Norma, también detenida y sentenciada a 15 años de cárcel por ser cómplice de su marido.

Baldiviezo recuerda que todos los investigadores que tuvieron que ver con los operativos para que la organización caiga estaban pendientes de la audiencia de sentencia. Todos con la expectativa para confirmar que su trabajo no había sido en vano. Pero, a esto hubo que añadirle el condimento de que detuvieron a dos de sus camaradas, a dos oficiales de la institución del orden, a dos jefes policiales. “Era darle un valor agregado a nuestra labor, que los ciudadanos sepan que la Policía hará justicia pese a quien le pese, incluso si los delincuentes eran policías”, dice.

El tribunal nombró a Patricia Gallardo, funcionaria del Ministerio de Gobierno, como la autora intelectual del atraco a Prosegur y la condenó también a 30 años de prisión. La misma suerte corrieron Elasio Peña Córdova, un exmilitar peruano y delincuente con antecedentes; Carlos Eladio Cruz; el comerciante peruano Alfredo Bazán y el otro ciudadano peruano Víctor Manuel Boggiano Bruzón. Ellos fueron los autores materiales del atraco millonario.

Los hermanos Lluleman recibieron una sentencia de 18 años de cárcel, al igual que Mercedes Valencia, la hermana del cabecilla de la banda.

Los 17 protagonistas en el atraco a Prosegur

  • Blas Valencia: boliviano de 50 años de edad y coronel de la Policía. Estuvo a cargo de la organización y supervisión del atraco a la remesa de Prosegur. Fue sentenciado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto.
  • Freddy Cáceres: Boliviano de 46 años y mayor de la Policía. Detenido en la cárcel de San Pedro. Planificó y organizó el hecho. Recibió una condena de 22 años de prisión sin derecho a indulto.
  • Eladio Peña: Ciudadano peruano de 48 años, exmilitar. Fue detenido en Chonchocoro. Participó en el atraco. Resultó herido en el brazo izquierdo. Fue sentenciado a 30 años de cárcel.
  • Víctor Boggiano: Ciudadano peruano de 36 años, chofer y exreo. Trasladó el dinero robado. Fue detenido junto con Wilfredo Camana Camán. Condenado a 30 años de reclusión en Chonchocoro.
  • Mercedes Valencia: Boliviana de 43 años, mesera. Detenida en la cárcel de Miraflores. Participó en la planificación del asalto, dio protección a los atracadores. Fue condenada a 18 años de prisión.
  • Francis Pimentela: Boliviana de 30 años, dedicada a labores de casa. Detenida en la cárcel de Miraflores. Ella fue quien alquiló una casa de seguridad y facilitó la fuga de Eladio Peña. Fue sentenciada a siete años de cárcel.
  • Miguel Aguilar: Ciudadano peruano. Estaba prófugo de la justicia boliviana que lo declaró rebelde y contumaz ante la ley en el inicio del proceso. Participó en el atraco. Según sus cómplices, él fue quien disparó contra los policías y el civil.
  • Patricia Gallardo: Boliviana de 48 años. La mujer trabajaba en el Ministerio de Gobierno como asesora. Ella fue quien obstaculizó el tráfico de la avenida Kantutani junto a Walter Herrera (fallecido). Recibió una condena de 30 años.
  • Carlos Enrique Castro: Ciudadano peruano de 35 años. Era transportista y como tal movilizó a los autores del atraco, las armas y el dinero. Fue condenado a 30 años de cárcel en Chonchocoro.
  • Raúl Oswaldo Lulleman Gutiérrez: Boliviano de 28 años. Organizó el asalto. Fue condenado a 18 años de cárcel en Chonchocoro.
  • Claudia Alarcón: Boliviana de 22 años. Es hija de Blas Valencia. Cooperó con los asaltantes antes y después del atraco a la vagoneta. Fue sentencia a tres años.
  • Ángel León: Ciudadano peruano, participó directamente en el atraco, según la Fiscalía. Sin embargo, se dio a la fuga.
  • Eladio Cruz: Boliviano de 23 años, cuñado del mayor Freddy Cáceres, participó en el hecho. Fue sentenciado a 30 años de prisión.
  • Alfredo Bazán: Ciudadano peruano de 53 años, autor material del hecho, por lo que fue condenado a 30 años en la cárcel de Chonchocoro.
  • Norma de Valencia: Boliviana de 49 años, comerciante y esposa de Blas Valencia. Recibió una condena de  22 años en la cárcel de Miraflores. Ayudó a los autores del atraco.
  • Oswaldo Lulleman: Boliviano de 53 años. Recibió una condena de 18 años en la cárcel de Chonchocoro. Tiene antecedentes en otros hechos criminales junto con Blas Valencia. Él supervisó el atraco.
  • Leonel Delgadillo: Boliviano de 43 años, él era el portavalores de Prosegur. Recibió una sentencia de dos años, pero la justicia le otorgó el perdón judicial.

Blas, el delincuente de uniforme

Un policía bonachón. Así era visto por sus subalternos y la gente que lo conocía. En 2001 Blas Valencia tenía el grado de teniente coronel y estaba a cargo de la unidad de licencias de Tránsito, además aprobaba los trámites de las llamadas “placas verdes” (provisionales).

En su puesto de trabajo pasaba desapercibido, silencioso, cumplía con las horas laborales y se retiraba. Vivía con su esposa y sus dos hijos.

Pero una vida visiblemente tranquila y sin llamar la atención dentro de las paredes policiales se contraponía en secreto con lo que le generaba más réditos: los atracos. Valencia ya operaba con diferentes bandas desde hace mucho, tenía los contactos precisos y sabía a quiénes llamar y para qué tipo de “trabajo”. Sus años en la institución verde olivo le dieron la posibilidad de conocer a grandes delincuentes nacionales y extranjeros, con quienes nunca perdió el contacto.

Así, durante el año 2001 dio varios golpes en el eje central del país. Se lo identificó plenamente en robos a manos armada en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz. Todos los hechos tenían algo en común: fuertes sumas de dinero. Blas no apuntaba a un simple robo, él buscaba lo mejor, el botín millonario. Por eso, los atracos eran a agencias bancarias, casas de cambio, entre otros.

Paralelamente a esto, el coronel Valencia se movía muy bien dentro de la Policía, sabía con quién hablar para ser protegido siempre y, al mismo tiempo, buscaba a un aliado. Es así que contactó al entonces mayor Freddy Cáceres, que tenía un puesto en La Paz, pero que tenía grandes vínculos con el Estado Mayor de la Policía, algo que le favorecía a Valencia.

Ambos planificaron el atraco a Prosegur, pero Cáceres se encargó de blindar a la banda delictiva. Horas después del asesinato de tres personas y del robo millonario, el mismo Cáceres llegó al Comando General de la Policía con un maletín con 150 mil dólares, parte del botín. El dinero fue entregado al entonces comandante Walter Osinaga, el mismo que días después se negaría varias veces a intervenir varias casas, entre ellas la de Valencia.

“Este tipo (Valencia) no tenía necesidad de robar, su familia estaba bien puesta, su mujer tenía una tienda en una zona popular donde empeñaba joyas”, cuenta Baldiviezo.

Con los contactos que tenía con francotiradores, choferes capacitados para conducir vehículos de empresas de seguridad, expertos en el manejo de armas, entre otra gente relacionada con habilidades diferentes conformó su grupo denominado los Pókemon integrado, en su mayoría, por delincuentes peruanos, robustos y “menos agraciados”. Valencia los reclutó y según el recuerdo de Baldiviezo, la banda practicó tiro en la zona Sur de La Paz antes del golpe a Prosegur.

Cuando la Policía intervino la casa de Valencia, ingresó al domicilio con armas de fuego y con la certeza de que allí iba a encontrar mucho más que la pista clave en la casa de Lulleman. Así ocurrió. En el domicilio del coronel estaba la mayor parte del botín.

Callado, sorprendido, con la cabeza agachada y sin pronunciar palabra alguna Blas fue llevado hasta la cocina junto a su esposa. No podía decir nada, todo estaba claro, él estaba involucrado en el asalto a Prosegur.

Uno de los jefes policiales que hizo el operativo no pudo contener más la rabia y sorpresivamente le propinó un puñete en el rostro de Valencia. “¡Desgraciado, por tu culpa, nos has hecho quedar mal a todos!”, le gritó y lo remató con una patada en el estómago. Valencia cayó al piso. Ahí recibió más patadas y golpes de sus propios camaradas quienes al pasar por ahí aprovechaban para desahogar su impotencia y su cólera.

Y como para un roto siempre hay un descocido, Norma, la esposa de Valencia no se quedó atrás. Ella no iba a caer sola con su marido. Cuando ya los iban a trasladar a las oficinas policiales, delató a Freddy Cáceres y a una mujer; sugirió a los investigadores que vayan a su casa.

Valencia, después de la sentencia que recibió de 30 años, fue trasladado al penal de máxima seguridad de Chonchocoro. Estuvo allí unos 12 años, pero en todo ese tiempo conformó un grupo delictivo ahí adentro. Ese gustito por lo ilícito, por todo lo que sea al margen de la ley seguía en su sangre.

A mediados de 2013, la Dirección de Régimen Penitenciario decidió llevarlo al penal de Palmasola, en Santa Cruz, después de recibir denuncias de los internos de Chonchocoro que Valencia conformó una banda que se dedicaba a amedrentar a los presos y a extorsionarlos de cualquier forma. Desde ese año vive en el penal cruceño y de él ya no se habla.

El policía que se jubiló “limpio”

“Me acuerdo que de pequeño acompañé a mi mamá al mercado, cuando nos subimos al colectivo le habían robado su billetera que estaba en su bolso. Ella rompió en llanto, fuimos a radio Nueva América para pedir que por lo menos nos devuelvan los documentos. Desde esa vez quería ayudar a las personas que como mi mamá eran vulnerables”, recuerda Juan Gustavo Baldiviezo.

Con esa anécdota, el coronel jubilado rememora el primer momento que se cruzó por la cabeza ser policía. Quería ayudar, quería hacer justicia por su madre y por todas esas personas víctimas de la delincuencia, pero el entusiasmo se le apagó con los años.

Antes de salir bachiller estaba seguro de lo que iba a ser, quería estudiar Medicina, pero para su (mala) suerte ese año, 1980, llegó la dictadura de Luis García Meza, y se vio obligado a dejar esa carrera. Su destino dio un giro inesperado, tuvo que ingresar a la carrera policial y, como si volviera a la primera ilusión, le puso a su vida el mayor esmero y así pasó 32 años en la institución policial.

Casos relevantes en los que intervino hay muchos, como la reciente detención del empresario peruano Martín Belaunde, en mayo de 2016. Belaunde, escapó de su arresto domiciliario en La Paz y fue a esconderse a Santa Ana, en Beni, donde Baldiviezo era el comandante. También recuerda que cuando formaba parte de la PTJ descubrieron a las primeras bandas de cogoteros que había en La Paz; un joven fue víctima de estos antisociales en Miraflores, y murió estrangulado. El equipo de investigación dio con los atracadores y la sentencia fue en tiempo récord. Baldiviezo estuvo a la cabeza de las pesquisas y ahora guarda con aprecio un reloj que el padre del joven fallecido le obsequió en agradecimiento.

“Yo no trabajé por esos regalos, trabajé por la gente y por mis policías. Pero ese reloj es un símbolo, un recuerdo que lo llevo porque es un lazo de agradecimiento mutuo”, sostiene.

Cuando fue comandante del Organismo Operativo de Tránsito, en 2009 -una de sus unidades entrañables-, diseñó nuevos uniformes para los policías acorde al tipo de trabajo que hacen. Pantalones rectos, se prohibió el uso de botas con ligas que evitaban la circulación de la sangre, sombreros con ala ancha para evitar quemaduras de sol. Actualmente ese uniforme está vigente.

Pero, en la carrera de Baldiviezo se tenía que cruzar uno de los casos más emblemáticos de La Paz: el atraco a Prosegur. Se acomoda mejor en el sillón, se pone erguido y con la voz firme asegura que al margen de haber desarticulado la banda de Blas Valencia el caso fue importante porque se trataba de demostrar que la Policía no era corrupta, que solo había unos cuantos que hacían quedar mal a la institución.

Él no está en esa lista negra. Su antagonista en esta historia, Blas Valencia, -el líder de la banda que asaltó la remesa de Prosegur- cumple una condena por asesinato en la cárcel de Palmasola, en Santa Cruz.

En La Paz, Baldiviezo dejó el uniforme policial pero no su servicio, terminó su carrera como director nacional de Interpol. Hoy vive en la casa de su suegra, en Alto Obrajes, en una casa pequeña donde se acomodan su esposa y sus dos hijos. Se jubiló con lo justo y vive de eso. “No guardo nada que no sea fruto de mi trabajo y eso quiero dejarles a mis hijos, no el dinero, piensa mal, mi honestidad”.

 

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Historia de la cocina boliviana

 

Llegó el tercer taller de periodismo gastronómico. Si trabajas en un medio de comunicación y te gusta o estás a cargo de la temática, inscríbete gratuitamente y participa!!!

Estudiantes realizan reportajes con sus celulares

 

27 grupos de seis ciudades de Bolivia, cada uno de ellos conformado de tres estudiantes de 5to y 6to de Secundaria de diversas unidades educativas de todo el país, están elaborando reportajes con sus celulares sobre violencia intrafamiliar, el uso de Internet y celulares en la sociedad actual, el trabajo infantil, los perros abandonados, alcoholismo en la adolescencia, contaminación ambiental y basura, entre otros.

La Fundación para el Periodismo, en coordinación con el Ministerio de Educación y con el apoyo del European Journalism Centre y la Fundación VIVA, realizan esta actividad denominada Alfabetización Mediática en la que se incorpora los medios de comunicación al aula.

En marzo de 2017, personal de la Fundación para el Periodismo se dirigió a estudiantes de las unidades educativas Antonio Díaz Villamil, Germán Busch y Holanda de La Paz; Simón Bolívar, Pantaleón Dalence y Donato Vásquez de Oruro; Cristo Rey, Bolivia, Adela Zamudio y Angloamericano de Cochabamba; Internacional de la Sierra, El Paraíso y Nacional Florida de Santa Cruz; San Luis, Felipe Palazón, Santa Ana y José Manuel Ávila de Tarija, Simón Rodríguez, Thako Pampa y Gastón Vilar Casso de Sucre donde fueron capacitados para realizar reportajes con celulares.

El taller se dividió en dos partes: en la primera, se indicó a los estudiantes qué es un reportaje, cuántas y qué partes tiene, cómo se lo realiza, cómo se deben formular las preguntas y; en la segunda parte, se los capacitó en técnicas de filmación, uso de planos y ángulos, iluminación y audio, y a editar todas las piezas en una aplicación para móviles donde se puede incorporar videos, fotografías, audio y texto.

Los estudiantes tuvieron más de dos meses para obtener la información pertinente sobre sus temáticas como entrevistar a sus fuentes, filmar lugares útiles en el momento de editar su reportaje, selección de música y definición de un guion coherente y claro. Este proceso tuvo el asesoramiento de la Fundación para el Periodismo.

En una fase final, se revisará cada propuesta para  aprobarlas. Los trabajos de 27 grupos serán difundidos en estaciones de televisión nacional.

La segunda sesión, o fase final, se desarrollará en las siguientes fechas:

Ciudad Unidades Educativas Fecha Horario
La Paz Sagrados Corazones 22 de junio de 2017 08:30 a 12:30
Oruro Pantaleón Dalence 23 de junio de 2017 08:30 a 12:30
Donato Vásquez
Cochabamba Angloamericano 26 de junio de 2017 08:30 a 12:30
Bolivia
Santa Cruz Internacional De La Sierra 27 de junio de 2017 08:30 a 12:30
Nacional Florida
El Paraíso
Sucre Gastón Vilar Casso 28 de junio de 2017 08:30 a 12:30
Simón Rodríguez
Tarija Santa Ana 29 de junio de 2017 08:30 a 12:30
                                            Estudiantes del colegio Cristo Rey de Cochabamba realizando entrevistas

Spotlight III – Fondo de investigación periodística para medios

Con el objetivo de mejorar la calidad del periodismo boliviano y con el propósito de fortalecer y crear unidades de investigación periodística en las salas de redacción de los distintos medios de comunicación, a través de la realización de reportajes en profundidad, la Fundación para el Periodismo (FPP), con el apoyo del European Journalism Centre (EJC), creó el Fondo “Spotlight” de Apoyo a la Investigación Periodística en los Medios de Comunicación.

En esta tercera versión, los medios deben presentar un proyecto de investigación periodística en el formato de gran reportaje para impresos, radio y televisión que aborde la problemática de la equidad de género en Bolivia desde sus múltiples vertientes: Violencia de género, Inequidad en el mundo laboral y salarial, Acceso al crédito y a oportunidades en el mundo financiero, Acceso a la justicia, Salud, Educación, El trabajo en el hogar y su retribución, Políticas públicas pro-género y su impacto, Masculinidades: El impacto del machismo sobre los hombres, Medios de comunicación, redes sociales y género, y otras más.

Los medios que deseen presentar su propuesta, deberán ingresar al Sitio Web www.fundacionperiodismo.orgpara obtener mayor información acerca de la admisibilidad, evaluación, plazos, los montos a financiar, la modalidad de entrega de los recursos, el formulario de presupuesto, entre otros requisitos.

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El periodismo de bases de datos en Bolivia se encuentra en una etapa inicial

 

El periodismo de  datos en Bolivia se encuentra en una etapa inicial. Sin embargo, las redacciones están apostando por esta rama periodística.

Así concluye Armando Quispe, coautor del libro “Cuando las cifras hablan: periodismo de datos en Bolivia”, quien explicó a clasesdeperiodismo.com que el periodismo de datos avanza “de a pocos” sobre todo por los desafíos que plantea la evolución tecnológica que obliga día a día a cambiar la hermenéutica en la producción tradicional de noticias.

El libro “Cuando las cifras hablan: periodismo de datos en Bolivia” es el resultado del “Programa Integral para el Desarrollo del Open Data y Periodismo de Datos”, organizado por la Fundación para el Periodismo (FPP), con el apoyo de la Embajada Británica y el European Journalism Centre (EJC), para estimular el uso de datos abiertos y mejorar las capacidades de quienes ejercen la investigación periodística.

El libro es un manual boliviano que incluye teoría, análisis de situación, herramientas y recursos para aplicar el periodismo de datos. Además, presenta 10 ejemplos de productos periodísticos elaborados por 11 periodistas que utilizamos esta técnica.

¿Qué hacen los medios bolivianos?

Algunos medios de alcance nacional optaron por crear secciones exclusivas en sus portales para la publicación de trabajos de investigación periodística especializados en el análisis, interpretación y visualización de grandes cantidades de datos. Cada vez, más colegas están interesados en formarse y desarrollar capacidades para el aprovechamiento de los datos masivos con la meta de elaborar productos de mayor calidad y análisis.

Quienes incursionan en esta especialidad del periodismo acumulan conocimientos mediante la experimentación individual. Son autodidactas. En el país, no existe una carrera universitaria exclusiva enfocada sólo a formar periodistas. Si bien hay carreras de Comunicación en las casas de estudios superiores públicas y privadas, el periodismo es una materia más.

¿Qué limitaciones tienen los medios que realizan periodismo de datos?

A eso se añaden los obstáculos que deben sortear quienes tratan de incursionar en el periodismo de datos. No todas las instituciones públicas liberan datos y no todas aquellas que las liberan las hacen necesariamente en formatos amigables o en el tiempo requerido pese a las gestiones burocráticas que debe enfrentar el periodista.

Bolivia carece de una Ley de Acceso a la Información Pública, pese a que la Constitución Política del Estado, promulgada el 7 de febrero de 2009, establece que el acceso a la información, su interpretación, su análisis y comunicación libre, de manera individual o colectiva, es un derecho. Asimismo, instituye que toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta.

Entre los antecedentes legislativos que tiene el país se pueden mencionar la existencia del Decreto Supremo 27329 del 31 de enero de 2004 que tiene como objetivo procurar la transparencia y acceso a la información gubernamental. A eso se suma el Decreto Supremo 28168 del 17 de mayo de 2005 que plantea “garantizar el acceso a la información, como derecho fundamental de toda persona y la transparencia en la gestión del Poder Ejecutivo”.

No sólo las iniciativas para impulsar el libre acceso a las fuentes de información pública y generar la participación ciudadana en la forma de decisiones de interés público nacen desde los medios, existen casos, aunque no muchos, de iniciativas estatales. Por ejemplo, la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC), entidad descentralizada dependiente del Ministerio de la Presidencia, que mediante el sitio web denominado Datos Abiertos libera datos accesibles, estandarizados y reutilizables de distintas entidades públicas. Hasta el domingo 4 de junio, contaba con 24 bases de datos de instituciones públicas distribuidas en 10 categorías y actualizadas hasta 2016.

Otra institución que apuesta por una gestión de datos abiertos es el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) que el 20 de abril presentó en La Paz el IV tomo del Atlas Electoral de Bolivia que sistematiza todos en bases de datos digitales libres para descarga y reutilización los resultados de 45 procesos electorales desarrollados entre 1979 y 2016.

¿Cuáles son las buenas y malas prácticas?

El horizonte se amplia
Los periodistas no podemos ser transcriptores de declaraciones, debemos investigar. El periodismo de datos nos enseña que el horizonte informativo va más allá de lo que se ve o se escucha; cuanto mayor sea el análisis, la reflexión, la crítica, la comparación, la verificación y la investigación mejor será el producto periodístico. Con ese objetivo, no debemos dejarnos devorar con la inmediatez de la coyuntura. Debemos dar a cada trabajo el tiempo que se merece y ser pacientes.

Coexistencias de distintas sensibilidades
Se aprende con la práctica, sobre la marcha, con prueba y error. Los periodistas tenemos que entender que no podemos abarcar todo ni saberlo todo. Necesitamos descubrir nuevas herramientas que nos permitan hacer un mejor trabajo. Se debe acudir a la experiencia de otros expertos para lograr un producto de calidad, mejor resuelto y presentado adecuadamente. Es necesaria la coexistencia de distintas sensibilidades profesionales.

No sólo informar, sino explicar
El periodista, al manejar grandes las cantidades de datos, está obligado a no sólo a descubrir e informar los casos que se esconden entre los números y las variables, sino a explicarlos.

Pensar en las audiencias
Se deben buscar distintas narrativas adecuadas para lograr que los trabajos periodísticos consigan la influencia necesaria, porque de nada sirven los días de concentración y jaquecas entrevistando datos si el producto no será entendido como se espera. Es obligatorio pensar en contenidos amigables para la audiencia. Nuestro trabajo no acaba con la publicación, continúa con su difusión.

Compartir la materia prima
Los periodistas no debemos limitarnos a publicar sólo los resultados del trabajo logrado con la técnica del periodismo de datos, es necesario compartir la materia prima que nos permitió lograr las conclusiones de la investigación. El producto final debe estar acompañado de la liberación de los documentos y las bases de datos. Eso permitirá que cualquier ciudadano pueda corroborar los datos y reutilizarlos.

Agenda propia
Se debe aprovechar que la mayoría de los portales de los medios basa su oferta informativa en la inmediatez y en la coyuntura. El periodismo de datos nos permite tener una agenda propia debido al abanico de casos y enfoques que las bases de datos nos posibilitan.

¿Hay ejemplos destacados en algunos medios?
Por supuesto, se puede destacar los trabajos realizados por periódico El Deber de Santa Cruz mediante su sección especializada “El Deber Data”  y también la labor del periódico Los Tiempos de Cochabamba mediante su sección “LT-Data”. El caso de los 10 reportajes que están incluidos en el libro “Cuando las cifras hablan: periodismo de datos en Bolivia” también son ejemplos que demuestran que más medios se suman a la tendencia de periodismo de datos.

Periodista licenciada de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Máster en Periodismo Digital en la Universidad de Alcalá de España. Profesora de Periodismo Digital/Community Manager de ISIL. @zophiap en Twitter

IV Investigatón – Buenas historias, bien contadas

 

Medellín – Colombia, fue la sede del IV Investigatón ¡Buenas historias bien contadas! en la que por primera vez periodistas de Bolivia decían presente. El investigatón es un modelo de encuentro profesional que en función de la producción periodística mezcla las oportunidades que hay de las conferencias y los talleres tradicionales, con sesiones intensas de trabajo de acompañamiento de las historias que adelantan los participantes.

La primera experiencia de este tipo fue hace cuatro años en Honduras, luego se realizó en El Salvador, seguido de Panamá. En el IV Investigatón, además de los mentores que estuvieron en el área de data y de técnicas de investigación periodística se sumaron especialistas en el área de visualización, narrativa visual, minería de datos y en el planteamiento de proyectos.

El propósito de la iniciativa es promover el trabajo colaborativo y las producciones fronterizas. Parte fundamental del éxito de este ejercicio de colaboración es la construcción de confianza y la generosidad de los participantes, entre otras variables.

Dicho encuentro fue auspiciado por la plataforma periodística para las Américas CONNECTAS y la Fundación para el Periodismo en su alianza con International Center for Journalists (ICFJ) en la que participaron 46 periodistas entre participantes y talleristas, de los cuales 11 fueron bolivianos para asistir al evento, siendo el grupo más amplio entre los países de Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Venezuela.

Las sesiones de trabajo se desarrollaron en la Universidad EAFIT de Medellín del 25 al 28 de mayo de la presente gestión y se dividieron de la siguiente manera:

1)    Plenaria: Sobre diferentes temas (off the record);

2)   Excel: Taller grupal sobre el manejo de Excel;

3)   Video: Taller grupal para realizar videos con el celular;

4)   Redacción periodística: Taller grupal para mejorar la redacción periodística y

5)   Clínica de las historias: Sesión individual y privada (periodistas frente a frente ante el tutor) para aterrizar y buscar el foco en cada una de las investigaciones.

En los tres días y medio de taller se revisaron temáticas como la consolidación de una comunidad, periodismo de vanguardia: rompiendo el molde del periodismo tradicional, la estructura periodística: cómo contar el árbol sin perderse en el bosque, lenguaje periodístico, cómo sacar mejor provecho al video de tú celular, cómo identificar información falsa en la web, cómo potenciar una historia sin la ayuda de un visualizador y un desarrollador, claves básicas de seguridad y de protección de las fuentes, en la búsqueda de proyectos periodísticos de alto impacto, entre otros.

Los facilitadores fueron especialistas de alto nivel de diversos países en la que destacaban Alba Mora Roca de España, Alexsandra Canedo, Ana Lucia Duque Salazar y Carlos Eduardo Huertas de Colombia, Cecibel Romero de El Salvador, Daniela Aguilar del Ecuador, Irving Morales, Luis David Torres Ortuño y Lilia Saúl de México, Luis Botello de Panamá y Sol Lauría de Argentina.

Los periodistas becados por la Fundación para el Periodismo para participar del IV Investigatón fueron Luis Fernando Cantoral de la Agencia de Noticias Fides, Carla Hannover del periódico Página Siete, Liliana Aguirre del periódico La Razón, Nelfi Fernández del periódico El Deber, José Ernesto Estremaidoro periodista freelance, Fabiola Chambi del periódico Los Tiempos, Edwin Miranda periodista freelance, Susana López Moya, periodista Freelance, Miriam Jemio de la revista Herencia, Javier Badani de la plataforma digital La Pública, Nathalie Iriarte periodista independiente y Malkya Tudela del periódico digital Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB).

                                       Periodistas bolivianos

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