Los participantes del Laboratorio 4 hallaron una serie de problemas que afectan a los medios de comunicación radiales e impiden una interacción real con su sociedad.
Las radios comunitarias, afectadas y beneficiadas por la tecnología, han sabido usar la digitalización para permanecer vigentes y seguir sirviendo a su entorno social.
Alejandro Mamani aseguró que las radios comunitarias de los 24 municipios rurales del lado boliviano del lago Titicaca practican el activismo y el “artivismo” al mismo tiempo.
El coordinador del Laboratorio 4, Guimer Zambrana, identificó los cambios de consumo que hay en los medios de comunicación y las modificaciones en la cultura de escucha que afectan a la radio.
El servicio que brindaban las radios mineras a sus comunidades era demasiado importante. “Toda la vida de la comunidad pasaba por la radio minera”, afirmó el expositor Alfonso Gumucio.
Las emisoras mineras bolivianas, que surgieron entre 1930 y 1940, se constituyeron en un verdadero ejemplo de lo que es la comunicación popular, transformando las características de la comunicación dominante.
Las radios mineras no fueron un proyecto nacido en bloque, pensado o ejecutado por el organismo sindical o por un partido político, sino que fueron el resultado de la iniciativa de los propios trabajadores de aquella época.
La radio permite abrir la imaginación de las personas, es un medio acompañante, da lugar a la creación de imágenes sonoras, es inmediata y también puede ser un canal educativo para la gente.